sábado, 5 de febrero de 2011

¿Y quién soy yo?

Un buen día despiertas para comenzar con tu rutina, pero algo pasa, algo es diferente, se sale de lo normal y te asusta. Algo que en tus 50 años de vida no te había molestado, y que hoy no te deja en paz. Una pregunta dichosa y que llevas todo el día detrás. ¿Quién soy yo? Pregunta algo en tus adentros. Esta idea retumba y retumba en tu cabeza, y aunque hagas oídos sordos, el terremoto se ha desatado en tu interior.
No quieres oírlo. Haces ruido para no escucharlo, pero ya es tarde el instinto ha salido, la revolución ha comenzado.
50 años de rutina, en donde los sueños han quedado de lado. ¡Qué magnifico! piensan todos, lo has logrado, una casa, un coche, y cinco niños a tu lado. 
Las etapas de la vida, las vas pasando como dice tu legado. Ellos lo dicen, y tú lo has alcanzado.
Pero durante todo este tiempo un vacío bien grande te ha inundado, pero tú como buen náufrago, lo has disipado, con el porche y esa rubia el agujero se ha llenado.
¿Dónde quedaron, pues, la ilusión por los viajes, y los sueños de aquel chaval apasionado? El fuego que tenías dentro se ha quedado totalmente apagado.
No te diste cuenta, porque nadie te lo ha enseñado. Ya en el cole te decían que estudiaras aunque no tuviera significado. Nadie te dijo que en ese cuerpo hay alguien que grita desesperado. Nadie te enseñó a escuchar ahí dentro, a sentir tus punzadas y a cabalgar con tus sueños. 
Te reprimieron desde el primer momento, anularon tus ilusiones, y te dijeron: Demasiada fantasía y poco esfuerzo. 
¿Quién te explicó cómo calmar tu desconsuelo cuando tu padre había muerto? ¿Quién calmó tu ira cuando tu amigo te dejó en un mal momento? ¿Quién habló contigo sobre el amor y tus sentimientos y el sexo? 
Fuiste pasando todos estos momentos cómo tú bien pudiste, sólo y guardándolo para tus adentros. Pero nunca preguntaste en voz alta...¿y yo qué quiero, qué hago con todo esto?

Ahora ha llegado ese momento, puede que pienses que sea tarde, una vida "hecha" y todo parece estable. Aún así, ese sueño, tu sueño, es alcanzable, tu sólo escucha ese susurro, párate un momento, y no dudes en dar respuesta a ese gran interrogante, a ese murmullo que sopla el viento...

Creo fundamental en el trabajo de la enseñanza emocional en la escuela. Debemos formar no sólo ingenieros, médicos y maestros, sino más importante es formar personas con criterio, sociables, y conocedoras del grito de sus adentros. Las emociones fluyen día a día entre nosotros, y no nos enseñan nunca a saber manejarlas. Más importante que el nombre de la flora de la Conchinchina, es el trabajo de la formación de personas conocedoras de sí mismas, de sus sentimientos y el de los demás. Queda un largo trabajo, y mucho por lograr.



Esperando mi tren "Nach Scratch"

Hoy os recomiendo un reportaje interesante acerca de la inteligencia emocional y sus efectos en la escuela, presentado por Eduard Punset


Girasol